Descentralización fiscal y segunda vuelta en elecciones regionales
El mensaje del presidente de la República Alan García Pérez, tuvo algunos planteamientos rescatables, aparentemente para aquietar el crecimiento de la convulsión social, fortaleciendo el rol de los gobiernos regionales y locales, con reformas políticas y algo de descentralización económica con ribetes populistas.
Uno de los anuncios más destacados fue el pedido que hará al legislativo para que se instituya la segunda vuelta de las elecciones regionales –esperando ser incluida las elecciones municipales- de modo que estas autoridades no sean elegidas con porcentajes mínimos, quienes con el tiempo terminan siend
o cuestionados.
Al respecto, para la instauración de la segunda vuelta sólo sería necesario el cambio de la Ley de Elecciones Regionales, pues existe un proyecto aprobado el año pasado por la Comisión de Descentralización y que actualmente –suponemos- duerme en el sueño de los justos de la Comisión de Constitución.
Sobre la debilidad de las autoridades regionales y locales que se deben no sólo a su escasa representatividad política, sino a las dificultades que tienen para realizar algunas obras públicas, el jefe de Estado anunció dos medidas que les permita superar el problema.
La primera decisión es aumentar al doble el Foncomun para las municipalidades y crear una versión de Foncodes de los años 90, la segunda es lo que denominó la “descentralización popular” que consistirá en entregar a las comunidades, jóvenes y asentamientos humanos, recursos destinados a la inversión pública.
Tanto la reforma política como la descentralización fiscal anunciado por el mandatario peruano, no dejan de ser importantes, porque con la primera norma las autoridades electas tendrían mayoría social; aunque respecto al segundo punto, habría que ver los detalles, pues podría terminar siendo una forma de despilfarro.
Uno de los anuncios más destacados fue el pedido que hará al legislativo para que se instituya la segunda vuelta de las elecciones regionales –esperando ser incluida las elecciones municipales- de modo que estas autoridades no sean elegidas con porcentajes mínimos, quienes con el tiempo terminan siend
o cuestionados.Al respecto, para la instauración de la segunda vuelta sólo sería necesario el cambio de la Ley de Elecciones Regionales, pues existe un proyecto aprobado el año pasado por la Comisión de Descentralización y que actualmente –suponemos- duerme en el sueño de los justos de la Comisión de Constitución.
Sobre la debilidad de las autoridades regionales y locales que se deben no sólo a su escasa representatividad política, sino a las dificultades que tienen para realizar algunas obras públicas, el jefe de Estado anunció dos medidas que les permita superar el problema.
La primera decisión es aumentar al doble el Foncomun para las municipalidades y crear una versión de Foncodes de los años 90, la segunda es lo que denominó la “descentralización popular” que consistirá en entregar a las comunidades, jóvenes y asentamientos humanos, recursos destinados a la inversión pública.
Tanto la reforma política como la descentralización fiscal anunciado por el mandatario peruano, no dejan de ser importantes, porque con la primera norma las autoridades electas tendrían mayoría social; aunque respecto al segundo punto, habría que ver los detalles, pues podría terminar siendo una forma de despilfarro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario