Cuestionadas autoridades se pusieron la sotana para emprender con la “cacería de brujas”
Las autoridades municipales de la mano con el gobernador de Moquegua, de pronto se pusieron la sotana y cual cucufatos arremetieron contra los llamados negocios impúdicos que –según ellos- son antros de perdición nocturna donde acuden desde el trabajador de servicio hasta el más alto funcionario.
“Las tragotecas y las chinganas no tendrían razón de existir, si un hombre sumido en desgracia no va a disipar sus penas ahogando su piñería en un vaso de cerveza”, comentó un bohemio sorprendido por la injusta medida tomada por los moralistas.
“Tampoco habrían las damitas de compañía en los night club, si el varón fuera el animal más pulcro de la tierra, cuyas necesidades íntimas las calmara con una hostia…”, prosiguió comentando en forma sorprendente nuestro interlocutor.
Estas reflexiones vertidas –aparentemente- por un resentido social, deja constancia del abuso y de la incomprensión de las autoridades, quienes supuestamente no entienden que los referidos negocios se agencian con la visita voluntaria del hombre.
Con las medidas adoptadas por las autoridades, más bien se estaría propiciando la prostitución clandestina y las violaciones sexuales, en tanto la delincuencia se apodera paulatinamente de la ciudad, debido a la incapacidad de los propios “moralizadores”.
Los conductores de los locales nocturnos que vienen siendo intervenidos por las cuestionadas autoridades, refieren que la proliferación de los mismos, se deben a la detestable actitud de los propios funcionarios que se corrompen.
Las autoridades municipales de la mano con el gobernador de Moquegua, de pronto se pusieron la sotana y cual cucufatos arremetieron contra los llamados negocios impúdicos que –según ellos- son antros de perdición nocturna donde acuden desde el trabajador de servicio hasta el más alto funcionario.
“Las tragotecas y las chinganas no tendrían razón de existir, si un hombre sumido en desgracia no va a disipar sus penas ahogando su piñería en un vaso de cerveza”, comentó un bohemio sorprendido por la injusta medida tomada por los moralistas.
“Tampoco habrían las damitas de compañía en los night club, si el varón fuera el animal más pulcro de la tierra, cuyas necesidades íntimas las calmara con una hostia…”, prosiguió comentando en forma sorprendente nuestro interlocutor.
Estas reflexiones vertidas –aparentemente- por un resentido social, deja constancia del abuso y de la incomprensión de las autoridades, quienes supuestamente no entienden que los referidos negocios se agencian con la visita voluntaria del hombre.
Con las medidas adoptadas por las autoridades, más bien se estaría propiciando la prostitución clandestina y las violaciones sexuales, en tanto la delincuencia se apodera paulatinamente de la ciudad, debido a la incapacidad de los propios “moralizadores”.
Los conductores de los locales nocturnos que vienen siendo intervenidos por las cuestionadas autoridades, refieren que la proliferación de los mismos, se deben a la detestable actitud de los propios funcionarios que se corrompen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario