AUTORIDADES MOQUEGUANAS ACTUARON COMO GUAGUA
Las autoridades que se encuentran inmersos en el problema de la demarcación territorial, incluido el presidente del Gobierno Regional de Moquegua, han mostrado un desconocimiento total del territorio regional, con las poses desacertadas que recientemente han mostrado ante la opinión pública, a raíz del censo nacional.
La incertidumbre en la que a desembocado todo el actuar de los alcaldes y el desinterés mostrado por el presidente de la región, es prueba fehaciente para llegar a una conclusión… que en asuntos de geopolítica, nuestras autoridades están lejos de asumir una postura seria y valedera. Para conocer Moquegua no basta llevar “limosna” a las aldeas alto andinas, es necesario ser partícipe de su historia.
INTERCAMBIO DE CALIBRES
Todo comenzó con el problema de Huaytire, donde inicialmente el presidente del Gobierno Regional de Moquegua Jaime Rodríguez Villanueva, fue a “poner el pecho” por su tierra, para luego dejar a su suerte a los pobladores de la zona –suponemos- por temor a la denuncia que formularon las autoridades tacneñas.
Posteriormente vino las incursiones de las autoridades puneñas y más tarde las majaderías de los arequipeños; mientras tanto, los alcaldes moqueguanos que se sentían afectados en sus jurisdicciones, se pusieron la “coraza” y tomaron la espada para marchar hacia la capital de la República en busca de los culpables, pero tarde.
En medio de los petardos enviados por las autoridades de Arequipa, Puno y Tacna, mediante sus medios de comunicación contra el pueblo moqueguano, algunos alcaldes de la provincia de Sanchez Cerro y Mariscal Nieto, parecían haber logrado su objetivo ante el INEI-Lima mediante dos resoluciones de dicha entidad, las mismas que fueron dejadas sin efecto por otra resolución, debido a la presión política.
PISADA DEL CENSO
Por más aletazos que dieron los alcaldes de Omate y Moquegua, la suerte nuestra estaba echada, dejando como secuela el arduo trabajo que toca realizar al Gobierno Regional, sobre la delimitación territorial interna y externa, con la debida sustentación legal e histórica ante las instancias pertinentes.
No cabe esperar el próximo censo para recién comenzar con la solución de los problemas de hoy, tal cual dejaron como herencia las autoridades moqueguanas del antaño, quienes incluso salieron a batir palmas en un momento candente para las actuales autoridades, a quienes por mala suerte les toca pagar los “platos rotos”.
FARISEOS DEL MOMENTO
Como si nunca hubieran tenido la responsabilidad de conducir los destinos de éste pueblo, salieron al frente hacer cargamontón la ex diputada, ex alcaldesa y ex presidenta regional Cristala Constantinides Rosado, el ex presidente del CTAR y ex alcalde Dante Zubia Cortez, y el constitucionalista ex alcalde Antonio Zeballos Salinas.
Estas ex autoridades que no tuvieron capacidad de asumir el liderazgo, como tampoco asumieron la delicada responsabilidad de prever el futuro de la región Moquegua, se rasgan las vestiduras, esgrimiendo argumentos carentes de todo contexto real, con tal de tener presencia política, en los precisos momentos en que las actuales autoridades daban su “caldazo”.
MARCHAS Y CONTRAMARCHAS
De acuerdo a los comentarios de la ciudadanía, los alcaldes provinciales de Moquegua y Omate y los distritales, actuaron como “guaguas”, por lo que finalmente quedaron en ridículo ante una preocupada población que venía siguiendo de cerca la acertada labor de hacer respetar el mapa de Moquegua para el censo del pasado 21 de octubre.
La contramarcha de último momento fue la estocada final que se autocolocaron los alcaldes comprometidos con la integridad territorial, conjuntamente con el alicaído presidente del Frente de Defensa y el matiz de algunos intrusos, cuyo único interés era contribuir al fracaso de los actuales gobernantes locales.
SUSPICACIA RESPETABLE
Cuando las autoridades municipales dijeron sorpresivamente SI al censo, hubo un mar de comentarios en las angostas calles de Moquegua, donde la desconcertada población presumía que Edmundo Coayla y Mauricio Nina, entre otros, más prefirieron conservar el sillón municipal que defender los intereses del pueblo de Moquegua.
No faltó quienes indicaron que, la jornada exigente de respeto al mapa censal de Moquegua, estuvo inducido por manos extrañas provenientes de la cantera política de “somos Perú”, por un lado, y los partidaristas de los congresistas por otro lado…mientras desde el balcón observaba el presidente de la región con aspaviento, a decir de su asesor.
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